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¿Qué me reporta a mi como padre o madre que mi hijo juega al bádminton?
Es una buena elección educativa completa, tanto física y mental, como en valores.
No hay un espacio de la condición física que se escape a la práctica del bádminton, todo desde el «core» hasta la punta de los dedos juega. La condición se obtiene de forma progresiva y de manera integral.
No hay juego de bádminton sin fortaleza mental y el trabajo del día a día, con victorias y derrotas en la cancha, nos fortalecen. Sus derrotas y victorias también te fortalecen a ti.
Los códigos éticos de respeto al compañero, al contrario, al entrenador, al material, las instalaciones, las reglas o los árbitros, te aseguran que has realizado un elección de un deporte que sirve para toda la vida en lo que realmente importa.
Es una elección segura
El bádminton es público y transparente, padres, madres o tutores pueden acudir a «supervisar» la práctica, para cerciorarse que todo sucede con la normalidad deseable.
Todo el mundo juega y no hay jugadores en el banquillo, el tuyo o la tuya también suda y mucho la camiseta.
Es una elección de costes muy contenidos
Todos sabemos lo que vale una bici de carreras.. y hasta el momento que decidas que pasamos a profesionales, unas zapatillas, una raqueta y unos volantes, no van hacer ningún agujero en la economía doméstica.
Es una elección integradora
El acceso al bádminton carece de barreras, por la sencillez de su práctica y por estar adaptado a TODOS, posibilita que podemos jugar al bádminton, independientemente de nuestro origen social, condición física o habilidad funcional.
Es un elección respetuosa
Las familias no van a los partidos a desfogar el estres semanal, no se la toman con el contrario, no realizan cánticos de dudoso gusto, no piden la hora, no contemplan el juego sucio y se comportan respetuosamente en los torneo como en la mayoría de los deportes que contienen valores deportivos y estos se trabajan en los entrenamientos y en los torneos.
y si juego..
El 90% de los padres, coge una raqueta por primera vez, después que su hijo/a comienza la práctica del bádminton y juegan JUNTOS. Acabas llevando raquetas en el maletero del coche y de vacaciones siempre hay un momento para perseguir volantes, y las risas y la complicidad están garantizadas. Y eso, lo sabes, vale mucho…
